Templo y Convento de San Francisco

Ubicado en la plaza del mismo nombre, en Cusco, el Templo y Convento de San Francisco destaca por su estilo español antiguo y los tesoros que alberga en su interior.
Posee dos fachadas y una sola torre. Su entrada principal es un pórtico techado único en la ciudad. A su derecha está la antigua capilla de San Pedro Alcántara, que hoy funciona como despacho. Está dividido en tres naves. El altar está protegido por macizas bóvedas de crucería. En tanto el púlpito es una obra de arte del siglo XVII. Destaca el coro franciscano tallado en cedro que tiene las imágenes de 93 Santos de la Iglesia católica.
A la invasión española fue ocupada por estos quienes destruyeron y transformaron estos espacios construyendo casonas coloniales, catedrales, templos y capillas sobre los palacios incas, algunas de ellas destinos turísticos importantes en la actualidad, como la Iglesia de la Compañía o la Catedral.
El claustro del convento es el más viejo de la ciudad con un estilo del renacimiento con diversas influencias. Tiene un techo impresionante decorado con los tableros pintados. Aquí hay una lona enorme que posiblemente es el más grande del continente mide aproximadamente 12 mts. (39 pies) de alto y 9 mts. (30 pies) de ancho; fue pintado por Juan Espinoza del Monteros en 1699. Esta pintura representa 12 ramas del la orden franciscana contiene 683 personajes, 224 escudos y armas y 203 leyendas de biografía. Lo que también es impresionante es el coro de la iglesia que se talló en madera cedro por los franciscanos Luis Montes, Isidro Fernández y Antonio de Paz, en 1652. Este coro contiene imágenes de 93 Santos de la Iglesia católica; su facistol es muy bueno, también hay un órgano imponente alemán, hay muchas más lonas en los diferentes cuartos y claustros; casi todos ellos son anónimos y pertenecen a la Escuela de pintura Cusqueña.