Templo y Convento de Santo Domingo

Narra el cronista Pedro Sarmiento de Gamboa que al conquistar el valle del Cusco, los fundadores de la dinastía inca, Manko Qhapaq y su familia, se establecieron en el lugar donde ahora está el Qorikancha. Con el paso de los años, aquí fue construido el templo mayor del estado inca.
El gran reformador del imperio, Inca Pachakuti (o Pachakuteq), reedificó el santuario y lo dotó de fabulosas riquezas, razón por la cual se le puso el nombre Qorikancha, que significa en quechua “Cercado de oro”.
Después de la conquista española en el año 1532, en la repartición de tierras y edificios del Cusco, el Qorikancha le tocó a Juan Pizarro, hermano de Francisco Pizarro. Antes de su muerte, Juan Pizarro decidió donar el Qorikancha a la Orden de Predicadores (Orden Dominica). El Convento de Santo Domingo del Cusco, fundado en el año 1534, fue el primer convento dominico en el Perú.
El actual Templo y Convento de Santo Domingo, están construidos sobre el Templo del Sol y el Ccoricancha respectivamente. El Templo Católico se ha erigido pues sobre el mismo Templo Incaico, como para demostrar la destrucción y anulación del culto antiguo, hoy viene a ser el ábside del Templo dominicano.
En la parte interior del actual Convento se conservan algunos restos de los otros santuarios subordinados al Templo del Sol. Entre ellos es bueno mencionar el Templo de la Luna del cual sólo se encuentran vestigios. El Templo de Venus o “Chasca”, llamado hoy Sala Capilar que se encuentra casi integro. Es un amplio edificio rectangular, en cuyas paredes existen 26 hornacinas de forma trapezoidal y cuyas dimensiones son: 82 centímetros de alto por 46 de ancho en la base y 36 en la parte superior. En las paredes interiores y al tercio de la parte superior, se puede ver una faja negra, que corre horizontalmente por dichas paredes. Esta franja puede verse también en la cueva de Choquikilla o en la Huayna-Picchu al otro lado, hacia San Miguel. Parece ser una descomposición de la misma piedra al contacto de un metal. Existen muchas teorías o hipótesis sobre la famosa franja negra.
Existen en los muros conventuales vestigios de las paredes de los Santuarios llamados del Relámpagos, Trueno y Rayo, que se conocieron bajo el nombre genérico de “Illapa”. En el callejón de Ahuacpinta aun pueden admirarse los restos de los hermosos lienzos de piedra que formaban la muralla del Templo del Sol.
Los claustros del Convento de Santo Domingo, de la época colonial, son de una majestad y sencillez encantadoras y el Templo es de tres naves, de las cuales la central es más alta que las laterales.
La Iglesia Templo y Convento de Santo Domingo del Cusco, fue el Primer convento de la orden de los dominicos fundada en el Perú, importante muestra arquitectónica que combina el sincretismo de las dos culturas: la inca y la española. En conjunto el Templo y el Convento son una mezcla y superposición de los estilos; el incaico y el colonial y la parte más interesante de la conjunción de estos dos artes, es la parte abisal del sagrario; un torreón incaico sirve d base al tabernáculo católico, cuyo aspecto exterior tiene un marcado sabor colonial.